Sin ánimo de ofender a los «honorables» que venden tantas cualidades en redes sociales, su discurso de moralidad apesta!. Hay tantos «empresarios» cerrando tratos con coimas y en reuniones en las que abundan tragos y otras cosas, y que después se dan golpes de pecho en las iglesias o hablan de moralidad y valores que dan asco y están tan de moda, lamentablemente.
Por ello, durante este forzado pero valioso confinamento – porque ha sabido rendir -, para analizar sobre si verdaderamente tienes que ser malo, corrupto u otras de esas «cualidades» para triunfar, me respondí que por supuesto y definitivamente No. Y ya podemos ver y cada vez con más frecuencia, que no les está tomando mucho tiempo llegar, pero les toma aún menos tiempo caer.
Más existe también muchas empresas maravillosas y exitosas, que crecen y ganan dinero potenciando a otros, que realmente tienen valores que comprometen y motivan a la gente, que dejan su huella y por eso hoy me he dado unos minutos para escribir unas líneas, porque me siento tan afortunada de colaborar con las personas y en la empresa en la que trabajo, gente de espíritu bueno y brillante que me inspira y motiva cada día, que tienen mirada franca y hablan de frente, un equipo maravilloso con el que sientes que creces a lo bien, que triunfas y no solo en lo económico, sino en lo familiar y hasta en lo verdaderamente espiritual.
Y claro, también doy gracias por los negocios que he hecho durante mi carrera y los que sigo haciendo y por las buenas personas que me han apoyado, pero también agradezco a la vida, por esos posibles negocios que ventajosamente nunca se dieron y las «personas bien relacionadas» que los caminos permiten cruzarnos y que afortunadamente quedaron atrás.